La importancia de los montes de Laspuña en el XVIII

Plano topográfico y con la Explicación de todos los lugares de Cataluña, Aragón, Navuarra y Castilla donde se cultivan y recoge Cáñamo y la cantidad anual que hacen, los Hornos de Alquitran,Brea y Betun. La descripción de los Ríos Ebro, Zinca, Segre, Aragón , Gálligo, Esca con todos los montes y bosques inmediatos à estos Ríos propios para la construcción de los Navíos. Año 1740.


En 1724, se publicó “el escrito de carácter económico de mayor relieve que vio la luz en España en el siglo XVIII”.
Nos referimos a la Theorica, y Practica de Comercio y Marina de Jerónimo de Uztáriz, en una clara respuesta al escenario internacional. Ya en 1717 éste había expresado sus ideas favorables para adaptar el mercantilismo de Colbert a la situación española. Conocedor de los asuntos bélicos por su condición de ingeniero militar en las campañas de finales del XVII y la Guerra de Sucesión,ocupó en Madrid importantes cargos burocráticos en las Secretarías de Guerra y Marina, Consejo de Indias, Junta de Comercio y Secretaría de Hacienda.
Precisamente por ello, Uztáriz prestó en su Teórica gran importancia, concretamente trece capítulos, a los modos de financiar y organizar la defensa de los intereses hispánicos, entendiendo que la prosperidad comercial iba relacionada con una fuerte Marina de Guerra:
“...que se proponga la fábrica, y existencia de muchos, y buenos Baxeles de Guerra, y de tráfico, por principal, y primer fundamento para un Comercio útil, y grande; siendo cierto, que nunca se podrà conseguir este, sin el apoyo de un considerable Armamento marítimo; ni es dable conservar mucho tiempo una  Armada grande, como la que pide y necesita la constitución de esta Monarchìa, sin los continuos auxilios de un Comercio muy extendido, y aventajado; de modo, que siendo inseparable estas dos importancias en sus progresos, no puede existir la una sin la otra”.
Correlativamente consideró la importancia de las masas forestales para la consecución de su doble objetivo de competir con las fuerzas navales europeas, salvaguardando el comercio de Indias, dedicando dos capítulos de su obra a la preservación de los montes y su fomento. 
Gracias a ellos, podemos conocer más profundamente la situación forestal de la península a comienzos del XVIII, de la que realizó una interesante descripción, que sucintamente exponemos a continuación:
En el primero de ellos (LXIII) expuso como, habiendo solventado la orografía de diferentes terrenos, se estaban cortando grandes cantidades de maderas de diversas especies en los Pirineos, llevándolos hasta el Ebro y desde allí se conducían al mar. Identificaba “tres fabricas en lo más aspero, y elevado de aquellos Montes”, de los que se extraían los troncos que eran llevados por carreteras abiertas expresamente para esta tarea hasta la corriente :

– Montes de La Espuña (Aragón).
– Valle de Hecho y Montes de Oza (Aragón).
– Valle del Roncal, “Monte de Maze, Zurizabeiti, Yzaizpera” (Navarra).

Uztáriz narraba cómo los troncos se bajaban mediante almadías que llegaban hasta el puerto tortosino de Alfaques. Consideraba que todas estas operaciones de transporte, a pesar de ser arduas, terminaban mereciendo la pena pues, no había que desembolsar grandes cantidades de dinero para adquirirlos e el Báltico y desde allí se distribuían a los diferentes astilleros de la Monarquía, redundando todo ello en beneficio público:
“...los referidos Arboles, y demas maderas en el caudaloso Ebro, se conducen por èl, siempre atados, hasta los Alfaques de Tortosa, de donde se transportan, y distribuyen
en diversos Puertos del Mediterráneo, y del Océano, para el servicio de los Baxeles de Guerra, y Galeras de su Magestad, ni los Navìos del Comercio pendientes, de si estos géneros vienen, ò dexan de venir de las Provincias del Norte, ya por la oposición de los temporales, yà, como queda dicho, por la de las guerras, ò intereses encontrados de las Potencias, como sucedía muchas veces por lo passado; escusandose también por este motivo, la pérdida de la gran cantidad de dinero, que nos sacaban por el valor, y tráfico, assi de los Mástiles, y Tablazón...”.
En el segundo capítulo (LXXII), aunque no hablaba de mucha abundancia de robles en el cantábrico, sí afirmaba que aún los había en “suficiente cantidad en los Montes de Navarra, y en los de las Costas desde Guipúzcoa, hasta Galicia inclusives”. Sin embargo apuntaba que los astilleros cantábricos estaban prácticamente paralizados, por lo que se decantaba en desarrollar Arsenal en la Habana ya que “en las Islas, y Tierra Firme de la América tiene Su Magestad de muchas y exquisitas maderas”. En todo caso, consideraba que, de impulsarse un nuevo arsenal en la península, éste debería estar ubicado en Tortosa, pues se encontraría bien abastecida de maderas, brea, cáñamo y jarcia, además de otros Robles catalanes y aragoneses que “estàn asta dos y tres leguas distantes de las orillas del Ebro”, para los que bastaría con trazar una nueva carretera.
.-Alfredo José MARTÍNEZ GONZÁLEZ. Masas forestales para las Armadas: las áreas jurisdiccionales de montes y plantíos (siglos XVI-XVIII).

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